13/4/08

Esperpento















Cuando era pequeño si había algo que me gustara era andar con bichos. Esto es, desde matarlos a pedradas (sobretodo lagartijas) , arrancarles las alas, quemarlos con lupas, levantar piedras, criar caracoles, dar de comer a los gatos ( a escondidas de los viejos pues eso no estaba bien visto), ora escolopendras ora grillos, arañas y todo lo que estuviera a mi alcance.
Creo que en ese tiempo experimenté con ellos lo que era el dolor, y aprendí algo importante, la capacidad de quitar la vida. Si hiciera recuento, sería genocida.
Pero también reconozco que en esa época si algo sentía era profunda necesidad por estar en contacto con los bichos. En los viajes siempre miraba si había buitres, milanos, aguiluchos, cigüeñas, perdices, liebres y conejos. Y cuando veía algo, me flipaba, pero de verdad. Ni que decir tiene el como recuerdo el viaje a Doñana que hice en 6º de EGB en el que tuvimos la inmensísima suerte de ver un lince!!!, si un lince!!! en libertad, y un meloncillo a demás de jabalíes, ciervos, gamos etc.
Creo que a lo largo de mi vida, el tema de ver bichos ha sido una de mis pasiones. Claro, en cuanto tuve pasta pues me lancé al buceo. Si en tierra al ver un conejo o una oropéndola lo flipo, debajo del mar, la cosa es bestial, pues no paras de ver bichos y más bichos. Pejeverdes, viejas, pejepeines, barracudas, salmas, sarpas, salmonetes, bogas, sepias, pulpos morenas, e incluso hoy hemos visto un caballito de mar. Impresionante.
Bueno y después de todo esto, llega el esperpento, y lo hace en forma de humano submarinista. Si si, gente que no entiende lo que es el respeto al medio al que visita, un medio ajeno totalmente a su persona. Me he indignado, bueno, nos hemos indignado al ver a cuatro submarinistas buceando con bolsas del mercadona llenas de vete tu a saber que, dando de comer a unas tortugas. Me parece fatal alimentar animales, los hacemos dependientes, se acostumbran rápido a que nosotr@s les damos zampe de manera que pierden instinto, que en su medio es básico para mantenerse vivos.
Cuando eres pequeñ@ es normal que se hagan estas cosas pues la curiosidad no rivaliza con la racionalidad (casi no ha empezado a desarrollarse), pero cuando somos adult@s, la cosas se equilibra, y sabemos limitar nuestros actos. Esos tíos, hoy bucean y se van a sus casas con unas fotos que a demás les llena de orgullo y satisfacción (como al otro cada 24 de diciembre).
Nos hemos quedado helados ante la escena. El problema es pensar que se repite con demasiada frecuencia, bien con las tortugas bien con los chuchos (especie de raya), bien con lo que sea.
El respeto parece que es algo difícil de entender.

3 comentarios:

El Moru dijo...

Hasta donde no llegaran las mierdas humanas,y la foto, parecen los ovnis ke vienen por ellos, los cerdos.

Anita dijo...

Sin hablar de los que van arrastrando todo el equipo de buceo por el fondo, se van agarrando a lo primero que pillan y arrasan todo con las aletas...Por lo visto, todo lo que no es un poquito grande o tiene forma de pez, no es un ser vivo y por lo tanto para que preocuparse...
Ahora que me han echado del curro retomaré el buceo.

Coral Herrera Gómez dijo...

somos la especie más explotadora e invasora del planeta... siempre me pregunto si ese afán de dominar del ser humano, de destrozar los habitats propios y ajenos, es cultural o genética...besines!!!!