Cuando salgo para hacer fotos, siempre sé que al disparar no he hecho la foto que quería. Siempre queda el retocado de las fotos. Unas veces simplemente consiste en jugar un poco con el color y el tamaño (digital) de las mismas, y otras el proceso es un poco más complejo (sobre todo con las fotos submarinas, que como no tengo iluminación buena, obligo a san photoshop a currar a tope.). Pero si hay algo que me gusta es cortar las fotos, que no es sino reencuadrarlas, y seleccionar la parte de la imagen que me interesa. Estas imágenes, son un claro ejemplo de ello.